Como Don Quijote luchando contra los molinos de viento, así la madre desesperada combate contra los gigantes de cada momento: hoy fútbol, mañana rugby y pasado baloncesto.
Sin olvidar la lucha contra nuestro querido Fernando Alonso, único capaz de hacer madrugar al deportista televisivo en fin de semana, sacrificando desayuno y lo que haga falta.
Se plantea entonces la madre desesperada si el origen de su desequilibrio emocional son las fieras que corretean por la casa o el descanso continuado en el tiempo de los huevos de su pareja sobre un sofá tapizado. Porque no puede ser sano tener tanto tiempo los susodichos relajados, pudiendo llegar a convertirse en auténticos cojones de elefante africano.

Y NUNCA OLVIDES QUIEN ERES