Con un paraguas plegable siempre en el bolso como buena bilbaína, que luego no sirve de nada cuando comienza a llover si tienes tres niños a los que proteger.
Se salva el bebé del carrito si el plástico está en su sitio.
Los mayores subidos al patinete se resguardan bajo el paraguas de la madre desesperada en un periquete, y así, sin necesidad de ir al gym, la madre saca biceps, triceps y chepa, que es lo que le faltaba para celebrar la crisis de los 40.
Y si a este cuadro de Rubens, añadimos cuatro bolsas del supermercado, la experiencia de vuelta a casa se convierte cuando menos en un agotador ejercicio cardiovascular de los que te pueden llegar a ingresar.
Cuando la prole crece y camina, les regala la madre desesperada paraguas infantiles que transforman a sus hijos en alegres setas andarinas, pero tan difíciles de controlar sin un pepito grillo que grite a cada uno en su oído, que la madre desesperada se decide finalmente por las capuchas de toda la vida, dejando los paraguas y carritos para una mejor vida.https://www.ortoweb.com/paraplis-sujeta-paraguas
No dejes que la lluvia pueda contigo, busca TU ALICIENTE para relajar el cuerpo y la mente.Ve de nuevo a una clase de Zumba, de Spinning o Body pump, que la operación bikini tiene que comenzar.
Si tienes ganas ya de terraza con buenas vistas en Madrid, recuerda la de la novena planta del Corte de Inglés de Callao.( Gourmet Experience Gran Vía)
Pero antes de pedir tres rondas de reserva de Marqués de Riscal, recuerda que puedes descorchar una botella en la tienda o pagarla directamente en cada una de las barras de los espacios que allí encuentres, y así no haces el gamba como les ocurrió la semana pasada a tres madres desesperadas.
Y NUNCA OLVIDES QUIEN ERES
Despues de una larga estadía nos encontramos con los acertados comentarios de está muy buena bloggers. La verdad que me he visto un poco reflejado en cuanto se dice, ya que por causas que no vienen al caso me he visto en la obligación de acarrear una serie de prendas lavadas y puestas a secar dentro de la casa (obviamente en la calle llovía). Y que paso, pues que dentro de casa no se secaban, que tuve que hacer, encender la calefacción, que ocurrió, que como hacia calor tuve que emigrar a la calle.En fin, que a uno todo esto le ha llegado ya mayor y que como dijo un preboste de la política "loro viejo no aprende a hablar" Por cierto que, al final la ropa se secoGracias por aguantarme si es que habéis tenido la paciencia de llegar hasta el final.,
ResponderEliminarQué bien has descrito la situación Moni! Me he sentido totalmente identificada con cada parte del relato. Y viviendo en Bilbao es una escena que se repite a menudo.
ResponderEliminarGracias por hacernos sonreír cuando te leemos. Y sentir que no somos la única madre desesperada.
Un besazo
Se te ha olvidado contar la odisea que es subir al autobus: cierra el paraguas, mojate, sube a los crios y sientalos antes de que arranque el bus, paga los billetes....horroroso!!
ResponderEliminarOs ahogais en un vaso de agua. Que si se mojan un poco, que si no puedo con las bolsas del eroski, que si no se me seca la ropa... cuando vas con crios la prioridad debe ser que vuelvan sanos y salvos a casa y lo demás es secundario. Por priorizar en algo tan fundamental se nos critica muchas veces a los padres de hoy en dia pero es la única forma de no vivir estresados 20 años que dura como poco la crianza. Eso sí, las madres en vez de ver lo importante, prefieren cargarse, recortar de otras facetas, echar pestes del marido y en definitiva, malvivir.
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